Una de las preguntas más temidas en las entrevistas de trabajo es aquella en la que el entrevistador te pregunta sobre tus defectos personales. Es importante llevarlos preparados de antemano y tener claro cómo puedes utilizarlos en tu propio beneficio. Así, podemos transformar los defectos personales en algo positivo.
Aunque las tengas preparadas, no debes responder como un alumno que da una lección al profesor.